Cultivar tus propios vegetales en un espacio reducido, como lo es un metro cuadrado, es posible y gratificante. Este sistema aprovecha al máximo el espacio disponible mediante una división en cuadrículas y una selección cuidadosa de cultivos.
- Comienza con un huerto pequeño.
Si eres principiante, es mejor empezar con un huerto pequeño y luego ir ampliándolo a medida que ganes experiencia. - Elige las plantas adecuadas.
No todas las plantas son aptas para un huerto en un metro cuadrado. Elige plantas que sean compactas y que no crezcan demasiado altas. - Rota los cultivos.
Esto ayudará a prevenir el agotamiento del suelo y las enfermedades. - Composta tus propios residuos.
El compost es una excelente manera de mejorar la calidad del suelo y proporcionar nutrientes a las plantas. - Se paciente.
Cultivar un huerto requiere tiempo y esfuerzo. No te desanimes si no tienes éxito al principio. Con la práctica, mejorarás tus habilidades y podrás disfrutar de cosechas abundantes

Pasos
- Elige un lugar soleado. Las plantas necesitan al menos seis horas de luz solar directa al día.
- Prepara el suelo. Retira las piedras, la maleza y la tierra suelta. Agrega compost o estiércol compostado para mejorar la calidad del suelo.
- Crea una cama elevada. Una cama elevada facilita el drenaje y el acceso a las plantas. Puedes construir una cama elevada con madera, ladrillos u otros materiales.
- Divide la cama en cuadrados. Cada cuadrado tendrá 33 cm de lado.
- Planea tus cultivos. Elige plantas que sean compactas y que no crezcan demasiado altas. Algunas buenas opciones son lechugas, espinacas, rábanos, zanahorias, cebollas y hierbas aromáticas.
- Planta las semillas o los plantones. Sigue las instrucciones del paquete de semillas o plantones.
- Riega las plantas con regularidad. El suelo debe estar húmedo pero no mojado.
- Fertiliza las plantas cada dos semanas. Puedes usar un fertilizante comercial o compost.
- Deshierba el huerto con regularidad. Las malas hierbas pueden competir con las plantas por los nutrientes y el agua.
- Cosecha las plantas cuando estén maduras. Disfruta de tus productos frescos y cultivados en casa.